Llegan
las uvas con derrota y lucha
8 grados en el Polideportivo Municipal de San Blas, campo donde
se disputaba el partido de Alevines del Grupo 13 de Primera entre
la EDM San Blas B y la Escuela de Fútbol Concepción B.
El San Blas venía con jugadores de segundo año, grandes,
fuertes, les sacaban una cabeza al más alto de los nuestros,
verdaderas moles. Además, presentaban un banquillo numeroso.
Nosotros teníamos varias bajas y apenas cambios.
Había llovido toda la noche, el campo estaba encharcado, un
campo grande. Había tanta agua que parecía que iban a nadar y
los de San Blas hacían pies.
Desde el primer minuto se vio que iba a ser un partido físico. Los de San Blas imponían su fortaleza, su edad y más
banquillo. Con el campo lleno de charcos, el cuero corría
endiablado, o se frenaba inesperadamente. No había forma de
controlarlo, lo que ocasionó muchas imprecisiones.
Pero los de la Conce resistían como leones, tapando huecos y
bien ordenados. Metían miedo con rápidos contrataques, luchando
en el área del San Blas contra sus cuatro gigantescas torres. Los
morados les ganaban en carrera, se dejaron la piel corriendo hasta
reventar.
Aguantaron, resisiteron, lucharon ... pero a 4 minutos del
final, un tiro potente en el centro del área batío a nuestro
bravo guardameta.
Quedaba muy poco y los de la Conce no se arrugaron. Habiendo
corrido (y nadado) todo el partido, continuaron acosando al San
Blas. Entrenador, banquillo y grada del San Blas pedían la hora a
gritos desesperados.
Entre ataque y ataque de la Conce, bramaban “¡Árbitro ya es
la hora! ¡la hora! ¡la hora!”. De tanto pedirla, iban a
adelantar las campanadas de fin de año.
El justo empate no llegó. Perdimos 1-0 y sin uvas. Así es el
fútbol.
Los chicos salieron de las duchas agotados, vaciados, con los
ojos en otra parte. Sus pensamientos todavía estaban en el
partido, en aquella jugada, en aquel fallo, en aquel corte ...
Pero chavales, lo que no pudo ser, se quedó en el césped. El
pasado no vuelve, aprended de los errores, hay que olvidar y mirar
adelante que quedan muchos partidos y mucho que jugar.
Ahora llega el turrón, a
descansar hasta enero. Estas vacaciones les servirá para aliviar
presiones, aclarar ideas y recuperar fuerzas para una competición
que está siendo muy dura.
¡¡AÚPA
CONCE !!
Crónica:
Rafa
Rico
|