NI ENCOMENDANDONOS A SAN AGUSTIN
Aunque le habíamos puesto mucha fe en que la victoria podría ser nuestra, otra vez ha llegado la mano negra y nos la ha arrebatado, entre el árbitro y el hábito de la Orden.
Los contrarios, muy sabedores de que el escenario es el principal protagonista y el árbitro el principal espectador, hacen su juego con la convicción de que
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la señal divina de su santo, hará el resto, porque ellos fútbol, poco o nada, sólo carreras, agarrones, pérdidas de tiempo y más pendientes de la camiseta morada que de la progresión en el juego.
El trabajo defensivo de la Concepción, constante y duro, junto con el campo, también duro, de la era tercermundista, ha sido lo más destacable de este partido.
Jugadas ha habido de todo tipo, las de ellos marcadas por los agarrones, los patadones, balones por alto y sólo una escapada y tiro a puerta que rebota contra un morado y entra a gol.
A partir de esto, más de lo mismo, agarrones de los agustinos en el momento de que los morados intentaban hacer jugada y los nuestros con falta de profundidad en ataque, amplitud de ataque y movilidad para desequilibrar a la defensa contraria.
Como denominador común, el juego aéreo y patadón al canto, pero como éste no es nuestro juego, y mereciendo al menos un empate, hemos terminado perdiendo ese punto y dos más, por falta de definición y de confianza de cara a gol. Es necesario buscar los tiros en dirección a la frontal del área, aún sin ángulo demasiado favorable de tiro, pues sino una vez será otra, finalizará con un tanto marcado o tiro errado o pérdida de balón, pero ese es el juego ofensivo que hay que buscar.
MVP: Susta
M. Teresa Laserna
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