… Y AGRESIÓN Si es que la experiencia habla por sí sola, jugar bien, limpio, con cabeza, metiendo muchos goles, ganando partidos con soltura, ganando partidos con dificultad, jugando a veces mal, y ser los primeros de la lista, sin descolgarnos de este puesto desde el inicio de la temporada, trae estas consecuencias, que el resto de los equipos piensa que la victoria se la llevarán de la única forma a su alcance, jugando sucio, cortando el juego con faltas, agresiones, codazos y empujones. Los que se han llevado los cadetes hoy, en las piernas, en la espalda y en todo el cuerpo.

A Iker le han acribillado, de lo que más se veía por la banda, porque indigna que un jugador se te escape una y otra vez y no seas capaz de pararlo de otra forma que  …AGREDIÉNDOLE. Que Díaz te drible una y otra vez y encima pretenda llevarse el premio hacia los delanteros, indigna y …AGREDES. Que Javi pretenda luchar por el balón para hacer jugada y brillar él o hacer brillar a sus compañeros, también acaba igual…en AGRESIÓN. Y que a Luismi pretendan derribarlo y ganarle cuerpo a cuerpo, tiene por resultado…AGRESIÓN. Y como curiosidad, porque hay que llamarlo así, el mismo “18”, que, con esa capacidad de provocar y exaltar a todos, incluso ya desde el banquillo, decisión de su entrenador de retirarlo del campo vista su actitud, empuja a Luismi, en una jugada en la que se aproxima a su banquillo, se revuelve con rabia y le devuelve el empujón y toma…tarjetita roja. Inaudito, ellos haciendo faltas de sanción grave y, al final, la expulsión es para uno de los nuestros.

Con el árbitro sin ojos, sin criterio, sin carácter y que se debería dedicar a arbitrar a ovejitas, que ha querido llevarse puestas todas las medallas, ser protagonista y estropear un partido, por la indignación y el miedo de unos padres que lo único que pretendíamos es que parara el juego con AGRESIÓN, por el bien de nuestros hijos.

Pedíamos tranquilidad a nuestros chicos ante el cariz y la dureza del encuentro, y mientras nosotros andábamos desquiciados, con su entrenador pidiéndonos calma, cuando el partido, mejor dicho, sus jugadores se le habían descontrolado, incitados por la joyita del “18“, claro, ahora pretendía serenar y apaciguar los ánimos y bajar el nivel de crudeza e indignación, aquéllos que él había incitado desde el principio del partido.

Pero, aún así, se jugó y se superaron los obstáculos, así que desde el deporte del fútbol, la Conce marcó cuatro goles. El primero, obra de remate de Javi, de una magnífica asistencia y del tipo made in Conce. El segundo, un tiro raso de Javi de falta. El tercero, de una falta botada por Víctor,  que acaba Javi con vaselina. Y el cuarto, obra de Ramiro, de jugada personal, con internada por banda derecha, en jugadón, rematando bajo la red.   

Los goles de los del Montpe, después de un batiburrillo de encontronazos, llevándose el balón marrulladamente y dos goles que hemos encajado.

Admiro a esta panda de chicos, que aunque jueguen en inferioridad de condiciones no sólo contra 11 jugadores polémicos, sino contra otros elementos más, que deberían ser ajenos al fútbol, como la agresividad y la  injusticia, siempre se mantienen impertérritos a las provocaciones, haciendo doblete, no sólo por su comportamiento dentro del campo sino con el ejemplo de su actitud ante los padres, árbitros y entrenadores. Esto demuestra el orgullo y el honor que representa para nosotros acudir a los campos con esta selección de FUTBOLISTAS, con mayúscula.

Hoy los jugadores morados han hecho un partido de deportividad, de categoría humana, de educación, de civismo, de principios y de cordura. Y por si esto no fuera suficiente, con la victoria educadamente buscada y merecida. Y tres puntos más, pese a quién le pese.

MVP: Javi

Mª Teresa Laserna